La piel del rostro es la capa externa que cubre y protege las estructuras subyacentes de la cara. Es particularmente delgada y sensible en comparación con la piel del cuerpo. Debido a ello, la piel de la cara es más susceptible a factores externos como la contaminación, los cambios climáticos y el envejecimiento.
El cuidado de la piel facial abarca una serie de hábitos que tienen como objetivo mantenerla saludable, prevenir enfermedades, evitar el envejecimiento prematuro y tener una piel estética.
Para la cosmetología, el cuidado de la piel es el uso de productos y técnicas de belleza para mejorar la apariencia superficial de la piel del rostro.
Si te estás preguntando cómo puedes proteger la piel de tu rostro, las 9 mejores recomendaciones para el cuidado de la piel acorde a expertos cosmetólogos y esteticistas son las siguientes:
- Protégete del sol
- Limpia tu rostro dos veces al día
- Hidrata tu piel regularmente
- Evitar el tabaco y el alcohol
- Sigue una dieta equilibrada
- Controla el estrés
- Exfolia suavemente
- Evita tocarte la cara con las manos sucias
- Usa productos adecuados para tu tipo de piel
En este artículo, aprenderás sobre la importancia de protegerte del sol para evitar el envejecimiento prematuro de la piel. Cómo la limpieza del rostro consiste en eliminar impurezas para mantenerla sana, y la manera en que hidratar la piel de la cara ayuda a brindarle el agua y los nutrientes necesarios. También descubrirás cómo elegir productos adecuados para tu tipo de piel y cómo factores como la dieta y el estrés pueden influir en la salud y apariencia de tu piel.
1. Protégete del Sol
La protección contra el sol, para el cuidado de la piel del rostro, significa el adoptar las medidas necesarias para minimizar la exposición a los rayos ultravioleta (UV) del sol. Protegerte del sol es importante dado que la exposición prolongada a los rayos UV puede causar envejecimiento prematuro, manchas oscuras, y aumentar el riesgo de cáncer de piel.
De acuerdo a AM Kligman, en su estudio “Early destructive effect of sunlight on human skin” (Efectos destructivos precoces de la luz solar en la piel humana), se ha demostrado que la exposición al sol es la principal causa de daño severo en las fibras elásticas de la piel, causando arrugas y flacidez facial.
¿Cómo protegerme? Para proteger tu piel del rostro, se recomiendan los siguientes pasos:
- Utiliza un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de al menos 15 todos los días, incluso en días nublados y neblinosos. Aplícalo 30 minutos antes de salir al aire libre y reaplícalo cada dos horas, o inmediatamente después de nadar o sudar.
- Limita la exposición directa al sol, especialmente durante las horas de mayor intensidad de los rayos UV, que son entre las 10 a.m. y las 4 p.m.
- Usa sombreros de ala ancha o gorras para proporcionar sombra adicional a tu rostro y lleva gafas de sol con protección UV para proteger tus ojos y la piel circundante.
La organización “Skin Cancer Foundation” afirma que se estima que el 80% del envejecimiento de la piel es causado por la exposición al sol. Este envejecimiento incluye la aparición de arrugas, manchas y pérdida de elasticidad, todos efectos acumulativos del daño solar a lo largo del tiempo
Además, señala que el uso constante de protector solar y otras medidas de protección logran reducir de forma importante el riesgo de cáncer de piel y el envejecimiento prematuro.
2. Limpia tu rostro dos veces al día
La limpieza del rostro consiste en eliminar impurezas, exceso de grasa y maquillaje que pueden obstruir los poros y causar brotes de acné. Estos problemas hacen que la piel tenga una apariencia opaca y poco saludable. Mantener una piel limpia ayuda a prevenir problemas de la piel y mejora su apariencia en general.
Se recomienda limpiar tu rostro dos veces al día, una por la mañana antes de aplicar cualquier producto de cuidado de la piel y otra por la noche antes de acostarte. Preferiblemente, se debe lavar el rostro con agua de temperatura tibia (alrededor de 30°C a 35°C o 86°F a 95°F) ya que ayuda a abrir los poros y facilita la limpieza sin causar irritación. El agua caliente puede dañar la piel y el agua fría no permite una limpieza profunda.
Además, se debe usar productos limpiadores adecuados para tu tipo de piel, ya sea seca, grasa o mixta. Con esta práctica se logra lo siguiente:
- Eliminar las impurezas y tener una piel más sana y radiante.
- Equilibrar el pH de la piel (idealmente 5.5)
- Preparar la piel para recibir los demás productos de cuidado.
3. Hidratar la Piel Regularmente
Hidratar la piel de la cara consiste en brindarle el agua y los nutrientes necesarios para mantenerla saludable y con un aspecto fresco. Cuando la piel está deshidratada, aparecen síntomas como sequedad, descamación, tirantez e incluso arrugas prematuras.
Para hidratar la piel, se debe usar un producto hidratante adecuado para tu tipo de piel. Estos productos cosméticos deben tener ingredientes activos que retengan la humedad en la piel, como el ácido hialurónico o glicerina.
Además de ello, es importante beber suficiente agua para mantener la piel hidratada desde adentro. Famosas como Kate Hudson, Jennifer Aniston y Halle Berry han revelado que una de sus principales rutinas es tomar mucha agua diariamente. En general, se recomienda beber entre 1.5 y 2 litros de agua al día para mantener una piel saludable e hidratada.
Una piel hidratada no solo se ve más radiante, sino que también ayuda a prevenir la aparición de líneas finas y arrugas.
4. Evitar el tabaco y el alcohol
El consumo de tabaco y el alcohol causan daños en la piel, haciéndola verse opaca y con arrugas prematuras. Estas sustancias disminuyen la producción de colágeno, lo que lleva a una pérdida de elasticidad y firmeza en la piel. Además, el tabaco puede obstruir los poros y causar acné y manchas oscuras.
Los expertos, L. Yin, A. Morita, T. Tsuji, en el estudio “Alterations of Extracellular Matrix Induced by Tobacco Smoke Extract” 2006, probaron que el humo de tabaco incrementa la actividad de las metaloproteinasas de matriz, lo que lleva a la degradación del colágeno y elastina, contribuyendo al envejecimiento prematuro de la piel.
Por otro lado, el alcohol también deshidrata la piel, haciendo que se vea cansada y apagada. Evitar el consumo de estas sustancias mejora la salud y apariencia de la piel.
5. Sigue una dieta equilibrada
Una dieta equilibrada consiste en obtener las vitaminas y minerales necesarios para mantener una piel facial saludable. El consumo de alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras, ayuda a proteger la piel del daño causado por los radicales libres. Además, incorporar grasas saludables en la dieta, como las encontradas en el salmón o las nueces, ayuda a mantener la elasticidad y humedad natural de la piel.
De acuerdo a Joanna Vargas, esteticista y fundadora de Joanna Vargas Salons and Skin Care, los alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas y minerales mejoran la salud de la piel, mientras que una dieta alta en azúcares y grasas puede provocar inflamación y acné.
A continuación veremos qué alimentos son los mejores para cuidar la piel y sus respectivos beneficios.
Alimentos | Beneficios para la Piel |
---|---|
Frutas y verduras | Protegen la piel del daño por radicales libres |
Salmón | Mantiene la elasticidad y humedad de la piel |
Nueces | Mantiene la elasticidad y humedad de la piel |
Alimentos procesados y dulces | Pueden causar inflamación y acné |
Así, una dieta equilibrada logra mejorar la apariencia y salud de nuestra piel.
6. Controla el estrés
El aumento del cortisol, conocido como la “hormona del estrés”, puede provocar una serie de problemas en la piel, como acné, eczema y psoriasis. Además, el estrés también puede afectar la barrera protectora natural de la piel, haciendo que sea más susceptible a irritaciones y al daño causado por los radicales libres.
El estrés tiene un impacto notable en la salud de la piel, el cabello y las uñas. Según la American Academy of Dermatology, el estrés crónico aumenta la producción de aceite en la piel, lo que provoca brotes de acné.
Para controlar el estrés y mejorar la salud de nuestra piel, cosmetólogos recomiendan adoptar hábitos de relajación como el yoga, la meditación, ejercicio regular, dormir lo suficiente y reservar tiempo para actividades que disfrutamos.
Con niveles bajos de estrés, la piel puede repararse y lucir más saludable y radiante.
7. Exfolia suavemente
La exfoliación suave ayuda a eliminar las células muertas y estimular la renovación celular. Permite que los productos de cuidado facial penetren mejor en la piel, aumentando sus efectos y mejorando la apariencia del rostro.
Exfoliarse suavemente es importante para el cuidado de la piel del rostro ya que ayuda a prevenir el acné, reducir la aparición de arrugas y mejorar la textura de la piel. Puedes exfoliarte usando productos cosméticos o ingredientes naturales como azúcar, avena y miel.
Se recomienda exfoliarse una o dos veces por semana, dependiendo de tu tipo de piel y las necesidades individuales.
Renée Rouleau, experta en el cuidado de la piel, resalta la importancia de adaptar la exfoliación al tipo de piel de cada persona. Por ejemplo, recomienda exfoliantes suaves con ácidos alfa hidroxi (AHA) para pieles sensibles y exfoliantes con beta hidroxiácidos (BHA) para pieles propensas al acné.
8. Evita tocarte la cara con las manos sucias
Al tocarte la cara con las manos sucias, transferimos bacterias y suciedad a la piel, lo que puede provocar brotes de acné e infecciones. Además, frotarse o pellizcarse la piel con las manos puede irritarla y empeorar problemas como el acné y las arrugas.
Para mantener una piel limpia y saludable, es importante evitar tocarse la cara con las manos sucias. Lávate bien las manos antes de aplicarte cualquier producto en la piel o tocar tu rostro. Usa un jabón antibacterial y asegúrate de lavar todas las áreas de las manos, incluyendo entre los dedos y debajo de las uñas, durante al menos 20 segundos.
Otra forma de proteger tu piel es evitando apoyar tu mentón o mejillas en tus manos mientras trabajas o estudias. Este hábito no solo puede transferir bacterias a la piel, sino que también puede aumentar la presión en ciertas áreas del rostro, contribuyendo a la formación de arrugas y líneas de expresión.
Con estas recomendaciones, podrás mantener tu piel limpia y saludable, reduciendo la posibilidad de problemas como el acné, la irritación y las infecciones.
9. Usa productos adecuados para tu tipo de piel
Cada persona tiene un tipo de piel único y esta responde de forma diferente a ingredientes de productos para el cuidado de la piel. Por ejemplo, una crema hidratante que funcione bien para alguien con piel seca puede ser demasiado pesada o grasosa para alguien con piel grasa. Por eso, es importante elegir productos adecuados para tu tipo de piel. y es importante usar productos específicamente formulados para las necesidades individuales.
Los tipos de piel, según la cosmética, se dividen generalmente en cinco categorías: normal, seca, grasa, mixta y sensible.
- Piel Normal: Se caracteriza por tener una textura equilibrada y suave, con poros pequeños y una apariencia saludable. Para este tipo de piel, se recomiendan productos que mantengan el equilibrio natural sin ser demasiado pesados ni ligeros.
- Piel Seca: Esta piel suele sentirse tirante y puede presentar descamación. Requiere productos ricos en emolientes e ingredientes hidratantes como el ácido hialurónico y la glicerina, que ayuden a retener la humedad.
- Piel Grasa: Se caracteriza por la producción excesiva de sebo, lo que puede resultar en una apariencia brillante y poros dilatados. Los productos ideales para este tipo de piel son aquellos que controlan la producción de grasa y contienen ingredientes no comedogénicos para evitar la obstrucción de poros.
- Piel Mixta: Combina características de la piel seca y grasa, generalmente con una zona T (frente, nariz y barbilla) más grasa y mejillas más secas. Los productos para piel mixta deben equilibrar ambas áreas, controlando el exceso de grasa sin deshidratar las zonas más secas.
- Piel Sensible: Es propensa a enrojecimiento, irritación y reacciones alérgicas. Los productos para piel sensible deben ser hipoalergénicos, sin fragancias y con ingredientes calmantes como el aloe vera y la avena coloidal.
Al elegir productos específicos para cada tipo de piel, mejoras su apariencia y su salud.
¿Cómo Cuidar la Piel del Rostro Naturalmente?
Para cuidar el rostro de forma natural, existen numerosas recetas caseras que aprovechan las propiedades de ingredientes naturales. Estos métodos son efectivos para hidratar, nutrir y revitalizar la piel sin necesidad de productos químicos.
Por ejemplo, una mascarilla de aguacate y miel puede proporcionar una hidratación profunda y restaurar la elasticidad de la piel. El aguacate es rico en ácidos grasos esenciales y vitaminas E y C, que ayudan a suavizar la piel y mejorar su tono. Otro remedio popular es el uso de té verde como tónico facial, ya que sus potentes antioxidantes, como las catequinas, combaten el envejecimiento prematuro y reducen la inflamación.
¿Cómo Cuidar la Piel Según su Tipo?
Cuidar la piel adecuadamente empieza por entender su tipo único, lo cual permite seleccionar los productos y tratamientos más efectivos. Es esencial adoptar una rutina personalizada que atienda las necesidades específicas de cada tipo de piel:
- Piel Normal: Esta piel se caracteriza por un equilibrio saludable entre la grasa y la hidratación. Para mantener su apariencia radiante, se recomienda el uso de limpiadores suaves y una buena hidratación diaria con cremas ligeras para conservar su equilibrio natural.
- Piel Grasa: Para controlar el exceso de sebo, es ideal usar limpiadores en gel que eliminen impurezas sin despojar la piel de su hidratación. Además, los productos que contienen ácido salicílico o ácido glicólico pueden ayudar a exfoliar y reducir el riesgo de brotes.
- Piel Seca: Este tipo de piel requiere atención especial. Es importante utilizar limpiadores cremosos y productos ricos en hidratación, como cremas y aceites que restauren la barrera cutánea y mantengan la humedad necesaria. Evitar jabones agresivos es clave.
- Piel Mixta: Se recomienda un enfoque equilibrado, utilizando productos que aborden las distintas necesidades de cada zona. En la zona T, se pueden emplear productos matificantes, mientras que en las áreas más secas se puede optar por cremas hidratantes más intensas.
- Piel Sensible: Esta piel demanda productos formulados sin ingredientes irritantes. Optar por fórmulas suaves y añadir ingredientes calmantes, como la avena coloidal o el extracto de regaliz, puede ayudar a mitigar irritaciones y enrojecimientos.
- Piel Madura: Para mantener la juventud de la piel, es recomendable incluir ingredientes anti-envejecimiento. El uso de productos con retinoides, péptidos y antioxidantes como la vitamina C puede ayudar a regenerar la piel y combatir los signos del envejecimiento.
¿Cómo Cuidar la Piel Según las Estaciones del Año?
Las necesidades de la piel varían considerablemente a lo largo de las estaciones, por lo que es fundamental ajustar tu rutina de cuidado para mantener su salud y apariencia óptimas.
- Invierno: Durante esta temporada, el aire frío y seco puede provocar que la piel se deshidrate. Para contrarrestar esto, es esencial aumentar la hidratación utilizando cremas más ricas y oclusivas que ayuden a retener la humedad. Incorporar bálsamos y aceites faciales proporciona una barrera protectora eficaz contra los elementos.
- Verano: En los meses más cálidos, la protección solar se convierte en una prioridad. La exposición al sol es mayor, por lo que es crucial utilizar protectores solares de amplio espectro con un SPF de al menos 30, reaplicándolos cada dos horas al estar al aire libre. Optar por productos ligeros y sin aceite, como geles hidratantes o sueros, ayuda a prevenir la obstrucción de los poros y el exceso de brillo.
- Primavera y Otoño: Estas estaciones de transición requieren ajustes en tu rutina debido a las fluctuaciones de temperatura y humedad. La exfoliación regular es vital para eliminar células muertas, manteniendo la piel fresca y radiante. Además, considera utilizar productos que fortalezcan la barrera cutánea para proteger la piel de los cambios ambientales.
¿Cómo Cuidar la Piel en Hombres y Mujeres?
Para cuidar la piel en hombres y mujeres, es importante tener en cuenta las diferencias hormonales y las necesidades específicas de cada género.
Los hombres suelen tener una piel más gruesa y con más producción de sebo, lo que los hace propensos a problemas como el acné. Por lo tanto, es importante que utilicen productos que controlen la grasa y mantengan la piel limpia.
Las mujeres tienen una piel más fina y delicada, por lo que requieren productos más suaves. Además, las hormonas juegan un papel importante en la salud de la piel de las mujeres, por lo que durante el ciclo menstrual pueden aparecer brotes o cambios en la textura de
¿Cómo Cuidar la Piel Según la Edad?
Para cuidar la piel según tu edad, es importante entender cómo cambia la piel a lo largo de los años. En la adolescencia, pueden aparecer problemas como el acné debido a cambios hormonales. Durante los 20 y 30 años, se recomienda enfocarse en la prevención del envejecimiento y mantener una buena hidratación.
A medida que llegamos a los 40 y más allá, la producción de colágeno disminuye, por lo que es importante incorporar ingredientes anti-envejecimiento como retinoides y péptidos en tu rutina de cuidado de la piel.